lunes, 8 de octubre de 2007

Evangelio del Día 08-10-2007


Evangelio según San Lucas 10,25-37
Y entonces, un doctor de la Ley se levantó y le preguntó para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la Vida eterna?". Jesús le preguntó a su vez: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?". El le respondió: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo". "Has respondido exactamente, le dijo Jesús; obra así y alcanzarás la vida". Pero el doctor de la Ley, para justificar su intervención, le hizo esta pregunta: "¿Y quién es mi prójimo?". Jesús volvió a tomar la palabra y le respondió: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos ladrones, que lo despojaron de todo, lo hirieron y se fueron, dejándolo medio muerto. Casualmente bajaba por el mismo camino un sacerdote: lo vio y siguió de largo. También pasó por allí un levita: lo vio y siguió su camino. Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se encargó de cuidarlo. Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del albergue, diciéndole: 'Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al volver'. ¿Cuál de los tres te parece que se portó como prójimo del hombre asaltado por los ladrones?". "El que tuvo compasión de él", le respondió el doctor. Y Jesús le dijo: "Ve, y procede tú de la misma manera".
Reflexión:
Esta es una de las lecturas de la Biblia que, personalmente, me gusta mucho porque de ella podemos sacar dos mensajes:
1) Anteriormente había comentado esta enseñanza de que el Señor nos recuerda que para ser salvos y ganarnos la Vida Eterna, tenemos que realizar dos cosas: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu espíritu, y a tu prójimo como a ti mismo". Comúnmente oimos esta frase de amar al prójimo como a ti mismo y la repetimos muchas veces, pero lo hacemos tan mecánico que no nos detenemos a analizarlo y practicarlo, porque si realmente aplicamos lo que esto nos dice el mundo sería totalmente diferente. Yo no mataría a nadie, porque no me gustaría que me matasen a mí, no robaría porque no me gusta que me roben, no ofendería a mi hermano, porque no me gusta que me ofendan; y así nos pondríamos a analizar todas las cosas que no nos gustaría que nos hicieran para no hacérselas a otra persona. Jesús nos dejó un verdadero ejemplo de cómo amar a nuestro prójimo a lo largo de su estadía en la Tierra. Pongamos en práctica este mandato y veremos lo felices que seremos en lo adelante. Antes de hacer algo, pensemos primero si me gustaría que me lo hicieran a mí, entonces tomaremos la decisión correcta según los mandamientos de Dios.
2) Recordemos que cada parábola de la Biblia, si la analizamos encontraremos un mensaje de lo que el Señor quiere que hagamos en la Tierra. Primero tenemos lo que nos enseña, explicado en el párrafo anterior; y segundo, yo comparo al samaritano como el mismo Jesús, quien vino en el momento en que los hombres estaban espiritualmente casi muertos por causa del pecado, nos recogió, curó nuestras heridas (nos salva del pecado por medio de su muerte) y luego nos dice que nos cuidemos unos a otros, cueste lo que cueste, que al final, a su regreso, nos repondrá lo gastado.
En resumen, no seamos como esas personas que dicen muchas cosas y al final no hacen nada, seamos humildes y hagamos lo que tenemos que hacer sin alardear; y el Señor que ve en lo oculto nos premiará en el Cielo. Oremos al Señor para que nos haga samaritanos en la obra de ayudar a nuestros hermanos en la Tierra, para que cada uno de nosotros colaboremos para hacer de este un mundo feliz.
Amén.

No hay comentarios.:

 

Got My Cursor @ 123Cursors.com