El Cuerpo de Cristo, nuestro cuerpo.
Cuando nos reunimos para la Eucaristía nos reunimos en el nombre de Jesús, que nos convoca a recordar juntos Su muerte y resurrección en el rompimiento del pan. Allí El está verdaderamente entre nosotros. "Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos" (Mateo 18, 20).
La presencia de Jesús entre nosotros y en los dones del pan y el vino son la misma presencia. Del mismo modo como lo reconocemos en el rompimiento del pan, también lo reconocemos en nuestros hermanos y hermanas. Mientras nos damos el pan los unos a los otros, diciendo: "Este es el cuerpo de Cristo" nos damos también los unos a los otros, diciendo "Nosotros somos el cuerpo de Cristo". Es una misma acción de dar, uno mismo el cuerpo y uno mismo el Cristo.
Padre Henri Nouwen, Sacerdote Católico.
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